INSTITUTO NORBULINGKA: PRESERVANDO EL ARTE Y LA CULTURA TIBETANA
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Norbulingka preserva la tradición tibetana mediante la formación, la educación y la actividad laboral para los tibetanos en Dharamshala, hogar del Dalai Lama desde hace más de 60 años y sede del gobierno tibetano en el exilio, apoyando los valores de la comunidad en el exilio.
Transmiten a los estudiantes conocimientos ancestrales, proporcionando empleo a una comunidad autosuficiente de más de 300 trabajadores, quienes contribuyen a la preservación de la cultura, logrando una mejor calidad de vida con la vista puesta en las futuras generaciones. -
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Reciben una formación académica estudiando la lengua, la literatura y el arte tibetano durante tres años.
Buscan el equilibrio entre tradición y modernidad, y promueven la conciencia global de la cultura tibetana en el arte y la literatura.
Los estudios académicos de Arte de Norbulingka ofrecen una alta calidad en objetos de arte, ropa y muebles, incluyendo la fabricación de estatuas tibetanas, la pintura thangka, la serigrafía, el diseño y confección de ropa, la pintura sobre madera, la elaboración de papel y la artesanía en madera y metal.
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Parte de la misión de Norbulingka es mantener una comunidad donde los valores tibetanos puedan florecer, fomentando un entorno donde las personas se sientan asentadas, garantizando así la continuidad del proyecto durante muchos años.
Norbulingka no solo ofrece empleo remunerado a los refugiados tibetanos, sino que también apoya otros servicios sociales para mejorar la vida de su personal: escuela, clínica y alojamiento.
Uno de los programas sociales es la Escuela Infantil Norling Creche “Kinder Garten”. Ofrecen de forma prácticamente gratuita la escuela a todos los hijos del personal del Instituto Norbulingka, haciéndolo extensivo también a los niños del pueblo.
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Esto también garantiza que las madres lactantes puedan seguir trabajando, ya que se les permite hacer pausas durante el día para ir a amamantar a sus hijos.
La educación infantil tiene un papel crucial en la preservación de la cultura tibetana, ya que se les enseña el idioma y los valores tibetanos desde muy pequeños.
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La escuela infantil se fundó en el año 1992 con tan solo cinco niños. Hoy en día, hay alrededor de 60 niños atendidos por un grupo de maestras que han recibido formación en el método “Montessori”. Se pretende acompañar a los niños para que se conviertan en personas independientes y autónomas. Se les permite y anima a seguir sus propios intereses naturales, aprendiendo mediante la exploración y la experimentación. Este método también aumenta la confianza y la creatividad.
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“Kinder Garten” ofrece refuerzo escolar, merienda y otras actividades de ocio a 26 exalumnos que han iniciado la primaria en otra escuela tibetana. De esta manera, se les garantiza un entorno donde jugar y aprender hasta que sus padres terminen su jornada laboral en el Instituto. Además, se mantiene el vínculo con la escuela donde crecieron y, por tanto, con las maestras que los acompañaron durante su primera etapa de infancia.

La escuela permanece abierta durante todo el año, excepto domingos y festivos.
TRANSFORMANDO VIDAS A TRAVÉS DE LA FUNDACIÓ MISTICARIUM
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Gracias al donativo de la Fundació Misticarium se ha podido llevar a cabo una renovación completa de los baños de las tres plantas de la escuela infantil. Ha sido una mejora importante de los sanitarios en todos los aspectos.
También se ha realizado una renovación de la cocina con la instalación de dos fregaderos, el alicatado de la pared y el suelo. Ha sido una mejora funcional muy necesaria que facilita la limpieza diaria y la elaboración de las comidas.
Las obras se llevaron a cabo bajo la dirección del equipo de mantenimiento del Instituto Norbulingka. Durante dos semanas, la escuela siguió funcionando adaptándose a los cambios necesarios, como fue el traslado provisional del aula de bebés a un apartamento anexo a la escuela, creando nuevamente un espacio cómodo y acogedor. También se habilitó una sala para cocinar y otra como comedor, tanto para los niños como para las maestras.
En la entrada de la escuela, hay un porche donde también se ha instalado un fregadero de uso común, especialmente para las madres y padres cuando vienen a dar de comer a sus bebés.
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La coordinación y el trabajo en equipo tanto del personal de mantenimiento como de los trabajadores de las obras permitió que la escuela viviera el proceso de manera satisfactoria a pesar de los inconvenientes (ruido, polvo, traslados y limpieza).
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Una vez finalizadas las obras, se realizó una sencilla inauguración para darles el valor que merecen, haciendo a todos partícipes del trabajo comunitario llevado a cabo.